¿Qué tiene que ver la cultura con el consumo de energía?
Una iniciativa de la UE ha lanzado un conjunto de datos interactivos en línea de iniciativas de energía sostenible en toda Europa. La base de datos podría ayudar a los legisladores a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y descarbonizar la economía.
El uso de la energía está influenciado por las prácticas culturales y las rutinas diarias, como la forma en que iluminamos, calentamos, enfriamos, limpiamos, lavamos, cocinamos, viajamos y compramos. Comprender cómo estos hábitos afectan directamente el consumo de energía es fundamental para alcanzar los objetivos climáticos y energéticos. El proyecto ENERGIZE, financiado con fondos europeos, está abordando este desafío desarrollando, probando y evaluando opciones para una transformación ascendente del uso de la energía en los hogares y las comunidades de toda Europa.
El equipo internacional de investigadores respaldado por ENERGIZE ha realizado recientemente una clasificación sistemática de más de 1000 iniciativas existentes de consumo de energía sostenible (SECI) de 30 países europeos. El equipo ha incluido estos datos en una base de datos en línea de acceso abierto. Informa a los usuarios sobre el contenido, la escala y los objetivos de las SECI que abordan específicamente el consumo final. La base de datos también proporciona una evaluación de cómo se entiende el desafío de abordar el consumo excesivo de energía, como se explica en un comunicado de prensa en el sitio web del proyecto. El equipo espera que la base de datos y el mapa interactivo sean un “recurso invaluable para los profesionales de la energía, investigadores, grupos comunitarios o cualquiera que busque ejemplos de buenas prácticas de iniciativas energéticas de toda Europa”.
impacto cultural
Las SECI se definen como actividades que se ocupan de reducir el CO relacionado con la energía.2 emisiones de los hogares al enfocarse en el uso real de energía o al sustituir los combustibles fósiles por fuentes de energía renovables. Incluyen una participación activa de los hogares. Los SECI de la base de datos se han dividido en cuatro categorías generales de acuerdo con su enfoque principal al desafío de lograr un consumo de energía sostenible. Esto se conoce como “tipología de encuadre de problemas”.
En la categoría de ‘cambios en la tecnología’, el objetivo principal es reducir los niveles de consumo de energía a través de la innovación tecnológica. De acuerdo con la clasificación de ‘cambios en el comportamiento de los individuos’, se asume que cambiar los niveles de uso de energía es una cuestión de cambiar el comportamiento de los individuos en términos de su uso personal de energía. La categoría “cambios en las situaciones de la vida cotidiana” incluye casos en los que el cambio de los niveles de uso de la energía es una cuestión de cambiar los componentes materiales, las imágenes / normas y las competencias relacionadas con áreas específicas de la vida cotidiana. Otra categoría se llama ‘cambios en interacciones complejas’, donde se asume que los niveles cambiantes de uso de energía implican interacciones complejas cambiantes entre varias áreas de actividades, profesiones y sectores relacionados con el hogar.
El equipo de ENERGIZE sostiene que, de acuerdo con un creciente cuerpo de investigación, las iniciativas y programas de ‘interacciones complejas’ y ‘situaciones de la vida cotidiana’ que tratan el consumo de energía como resultado de prácticas sociales e interacciones complejas entre cambios en la tecnología, modelos de negocios, servicios y Es más probable que la organización social y temporal de la vida cotidiana produzca cambios significativos y duraderos en el consumo de energía que aquellos que se centran únicamente en el “comportamiento individual” y las “tecnologías”. Como revela la investigación del equipo de ENERGIZE, “solo una pequeña cantidad de las SECI revisadas se encuentran en esta categoría”.
El proyecto ENERGIZE (Red europea de investigación, buenas prácticas e innovación para la energía sostenible) en curso se creó para investigar empíricamente los aspectos socioeconómicos, culturales, políticos y de género de la transición energética. También examina cómo las rutinas y las rupturas dan forma o remodelan las prácticas energéticas domésticas. Para lograr estos objetivos, ENERGIZE utiliza el enfoque de Living Labs en un entorno del mundo real para probar iniciativas tanto a nivel doméstico como comunitario. Unos 16 Living Labs en 8 países socios contribuyen al diseño y evaluación de futuras iniciativas de consumo de energía en toda Europa.